para sentir el placer.
Me esparso por el aire hasta volverlo denso.
Me dejo caer hasta el abismo
hasta ver sólo el negro...
el negro que yo misma creo.
Me vuelvo humo y me escondo.
Me oculto entre las sábanas y las inundo, las vuelvo carne y sangre.(Huele a rancio).
Me vuelvo humo...
me endurezco.
Somos humo corazón!!!
ResponderEliminarnos movemos sin tener a donde ir.
te dejo un mensajito cumpliendo mi promesa, gran escritora.
miguelillo.