Me gusta cuando me agarrás en la cama.
Nos acostamos y yo me hago la tonta, me doy vuelta y te apoyo mi cola.
A vos también te gusta buscarme mientras yo me hago la tonta.
Me apoyás los labios en la espalda, casi sin querer y empiezo a transpirar, sólo porque me adelanto.
Te gusta que me haga la tonta y abrazarme fuerte y romperme la boca. Te gusta que te haga pensar que no sé lo que está pasando, que no sé lo que estás haciendo. Te gusta y mucho.
A mí también me gusta.
Sobre todo, cuando dejo ese espacio entre mis piernas, cuando finalmente, volteo a mirarte y nos besamos desagradablemente. Cuando empezás a tocarme y a besarme el cuello y el pecho, pero no te dejo.
Me gusta no dejarte.
Me gusta. (Pero sabés que al final, te dejo).
Y también me gusta cuando me aplastás con tu cuerpo y casi no puedo respirar y mientras tanto, juego con vos, con tu todo-vos y vos ya no respirás, estás en otro plano y mirás y no me podés mirar porque cada una de mis miradas te saca más el aire, pero no podés con eso y volvés a abir los ojos.
Sé que te puedo y eso me gusta.
Me gusta que siempre terminemos igual y siempre los dos terminamos. Y yo grito y me tapás la boca, porque te dan celos que alguien me escuche como vos me escuchás. Me tapás fuerte la boca. Eso me gusta.
Todo esto que pasa me gusta,
aunque en realidad,
nunca entienda lo que pasó.
lindo texto ,me hizo acordarme cosas lindas
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